CEAT-Segovia califica de “duro golpe a los autónomos” el nuevo sistema de cotización que perfila el Gobierno
La Asociación Intersectorial de Autónomos de Segovia (CEAT-Segovia), integrada en FES, califica de “duro golpe a los empresarios autónomos” la propuesta sobre los futuros tramos de cotización por ingresos reales que ha elaborado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Así lo entiende Mabel Arribas, presidenta de la Asociación, quien asegura que, de aplicarse el nuevo régimen, “se generarían muchas y muy graves desigualdades entre unos empresarios y otros, en general perderían poder adquisitivo y, lo que es muy importante, supondría un nuevo obstáculo para quienes desean iniciar un proyecto empresarial propio, porque a partir de determinados tramos de facturación, las cotizaciones son altísimas”.
Con el modelo que pretende el Gobierno, los autónomos quedarían divididos en 13 tramos. Para 2023, año transitorio, la cotización mínima será de 200 euros al mes para los que ganan menos (3.000 euros) y de 400 para los que mayores rentas reciban (48.841). Son porcentajes cercanos y en algunos casos superiores al 30% de los rendimientos, algo que, según explica Arribas, no es lo mismo que los ingresos que percibe el empresario autónomo, porque hay que descontar impuestos y gastos. “En algunos casos, literalmente, no da para vivir. Sumando cotizaciones e IRPF, se llega al 50% de los rendimientos”.
“Para muchos será completamente inasumible, un motivo más, junto a la crisis que estamos pasando, para que muchos negocios cierren definitivamente”, dice la presidenta de CEAT-Segovia, quien lamenta que “se siga penalizando la iniciativa emprendedora y a ese gran colectivo de empresarios autónomos que componen muy mayoritariamente el tejido económico de una provincia como Segovia”.
El último dato de afiliación apunta a que en el mes de abril de 2021, en la provincia de Segovia tenían actividad 14.265 autónomos, alrededor de 200 menos que en 2019 y 500 menos que en 2017.
“No parece que con esta propuesta, que incrementa los costes impositivos y sociales hasta límites en ocasiones inasumibles, se esté dando prioridad a la actividad económica y a recuperar toda esa parte del censo empresarial que se está destruyendo. Al revés, en España ser empresario autónomo sigue siendo una opción castigada en vez de incentivada, como ocurre en otros países de nuestro entorno”, concluye.